Ayer, mañana, hoy. Cada día un sentimiento diferente.

Anoche me acosté a dormir con unas increíbles ganas de escribir sobre las cosas que amo de mí, de lo que me rodea, de lo que quiero alcanzar. Esta mañana me desperté con las mismas ganas de escribir sobre eso.

Pero...

No puedo.
Simplemente, ya no siento esa feliz energía que la vida me brindaba anoche. Puede que haber visto Sex & The Citiy (como todos mis sábados) haya influido en eso.

En el capítulo de anoche Carrie admite tener miedo de estar enamorada de Mr. Big y decide dar un paso atrás. Sentí envidia.
Ella pudo dar un paso atrás y yo no. Sentí envidia.
Mr. Big siempre la buscaba. Bah, se buscaban mutuamente. Sentí envidia.

Y es que hace un tiempo atrás amaba la relación que representaban. Transparente, divertida, cariñosa, apasionada. Y ahora simplemente... Sentía un vacío. Pero el vacío no era porque los personajes habían roto, el vacío era porque había idealizado que mi relación alguna vez fuera así. Que me mire con los ojos iluminados de amor, que me de la sonrisa mas amplia que su corazón pudiera brindar. Que me ame.

Pero no. Luego de ese capítulo entendí algo, si alguien no te ama no queda mas nada por hacer. No se puede obligar al corazón del otro a sentir lo que el nuestro siente, simplemente no se puede.

Y hoy me resulta un día detestable. Si bien el 90% de las personas odian los domingos porque al otro día trabajan/estudian, este día para mi tiene un peso especial o doble, me da lo mismo como sea nombrado.



Ayer estaba convencida que había superado todo, que era el momento justo de seguir adelante. Ahora no estoy tan segura y mañana... Mañana va a ser un sentimiento totalmente diferente. Quizá mañana pueda escribir de las cosas que amo.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

#Girlboss, motherfucker.

La generación de la venganza

Un olor especial.