Think global, make it local

 A lo largo de nuestro desarrollo como seres humanos hemos estado influenciados o expuestos a diferentes estímulos que de alguna forma nos hacen ser quienes somos y querer lo que queremos. 

La ecuación de lo que digo es muy simple: Si crecemos rodeado de naturaleza, con una dieta libre de conservantes, en un ambiente no solo tranquilo sino con poca gente a nuestro alrededor, la simple idea de vivir en la ciudad suene una locura y algo totalmente incompatible, lo mismo a la inversa. Alguien expuesto a las luces de los rascacielos, las bocinas de los autos y el smog de los caños de escape, en el momento en que lo dejes 10 minutos a solas con sus pensamientos en el medio del campo, se volverá totalmente demente. 


A esto le sumamos que cuando crecemos, gracias a las influencias, creamos nuestras propias expectativas. Nos transformamos en políticos, periodistas, diseñadores, ingenieros agrónomos, etc. Y la situación se complica cuando nuestra cabeza está más allá de nuestra posición física.

Entonces, la pregunta: ¿Pensar global y actuar local es realista, o es una frase que se nos ha dicho para no tirarnos de cabeza a la piscina de oportunidades?


Mi madre  siempre me ha dicho: "Vos hacelo, lo peor que te pueden decir es 'no'" y hoy cada vez que estoy por realizar un clavado olímpico hacia algo pienso en eso y allá voy, dando vueltas y haciendo formas en el aire mientras caigo, pero lo hago con la certeza de que lo intenté. Pensar global y hacerlo local implica una serie de aventuras, riesgos y autoconocimiento que, en el caso de tener la ambición en un 110%, debemos ser conscientes de cada uno de ellos. Debemos pensar en nuestra comunidad y en como nosotros queremos crecer dentro de ella, porque incluso cuando amamos donde estamos parados, nuestras metas dan para mucho más y el espacio nos queda chicos. Ahí esta frase se planta frente a vos con los brazos cruzados y actitud de "y bueno, ¿ahora que hacemos? ¿que vas a hacer para cambiar este panorama?" 


Pensar global y actuar local, es auto exigirnos a ver más allá de una zona gris. Pensemos que en una era donde estamos invadidos de conexiones sociales, actuar local está a un click en LinkedIn, a un follow en Instagram y a una mención en Twitter. Eventualmente lo local se convertirá en global y cuando menos lo pienses, tu trabajo va a ser cualquier cosa menos ese pequeño emprendimiento o puesto de trabajo en tu ciudad natal.  

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