Podando un viejo jardín para que crezcan flores nuevas.

Y después de tanto procesarlo, lo hice. Me abalancé, me tire al vacío, salté y caí sorprendentemente en un almohadón de plumas.

Si, lo hice... Me corté el pelo.

Como dije en la entrada anterior, cortarse el pelo para mi significa un cambio, despejar el pasado, sacarse el peso que cargábamos en los hombros.
Es como podar un jardín. Uno corta la seco, lo feo, lo que arruina el paisaje, para que florezca mas fuerte, mas alto, mas colorido y perfumado.

Al principio no estaba convencida, no sabía si me iba a quedar bien, si me iba a gustar, si debía arriesgarme tanto, pero lo mas importante.... Si al resto le iba a gustar.
Después de procesarlo un fin de semana, lo hice. Me dije a mi misma "¿Si no es ahora, cuando? Tenés 18, pisando los 19. Te dejaron hace poco mas de un mes, ¿Tenés algo por perder? No, simplemente que al principio no te guste y a medida que te crezca te guste o te vayas acostumbrando."

Y lo hice.

Y me liberé de todo lo que cargaban esos rulos casi a la línea del corpiño. Corte por lo sano todo aquello que me recordaba el pasado para darle rienda suelta al futuro, a lo que está por venir que va a ser mucho mejor.
De hecho, una amiga al ver una foto de como me había cortado el pelo me dijo: "Los cortes de pelo avecinan cosas nuevas, así que bien por vos. Te queda hermoso".
No voy a mentir, me alivió que me dijera lo linda que estaba. Y no fue la única, recibí muchos halagos de lo linda que estaba y lo bien que me quedaba.
A veces las personas necesitamos cosas así, aun que sean mínimas para reforzar ese sentimiento de que hicimos bien al cambiar.


Así que si estas en duda de hacer algo, hacelo. Arriesgate, tirate a la nada y dejate atrapar por el resto, por su amor, sus halagos, sus compañías. La vida es una sola como para NO hacer lo que nos gustaría o no decir aquello que no nos animamos. Hacelo, por vos y por mi.