Entre frustraciones y fallos, sale un consejo.

La frustración y el enojo con uno mismo es parte de cualquier proceso creativo y de eso no quedo exenta, lamentablemente.

Mi proceso creativo, claramente es la escritura en y entre bloqueos mentales, monotonía de temas, re edición porque algo está completamente mal y demás cosas que le pueda pasar a alguien que escribe (sea experto o amateur) me agarra la frustración cual niño chiquito que no llega a la caja de galletas que está en la mesada.

Tuve épocas en donde me resultaba muy complicado aceptar las críticas, hoy aprendí a tomarlas como de quien viene. Uno sabe cuando una crítica es para destruir a la persona o para que crezca, últimamente las mías son para crecer lo cual la tomo de la mejor forma.
Pero al ser una inexperta en temas serios, no veo lo que me están criticando y luego descubro que lo que escribí, lo re-escribieron casi por completo (si no fuera por ese 1% de mi esencia en alguna palabra o párrafo). Mi incomodidad no pasa por que re-escriban algo mío, sino porque yo no tuve la capacidad de estar a la altura del escrito final.

Mi punto fuerte (o débil) es la auto-exigencia que yo misma me pongo (y puse desde edad temprana). Éste punto puede jugarme muy a favor cuando presento algo y las críticas son muy buenas, o jugarme en contra cuando las críticas son malas una y otra vez. No tolero el fracaso, simple y claro.
Quiero ser la mejor que pueda en mi campo (escritura, pintura, diseño, etc. No es importante) y sentir que le fallé a otro -porque deposita su confianza en mí para que haga algo bien- me hace sentir sumamente miserable, porque en algún punto también me fallo a mi.



Para cerrar un poco, lo que quiero decir a cualquiera que lea ésto y se sienta al menos un poquito identificado: No está mal fallar, es parte del proceso llamado "crecer".

Comentarios

Entradas más populares de este blog

#Girlboss, motherfucker.

Un olor especial.

If you have to ask it's because you already know?