Todos tenemos un dueño.
Como seres humanos, pensantes, lógicos y razonables, ¿Pertenecemos a alguien?
Hablamos siempre de "SER LA/EL NOVIA/O/ESPOSA/O DE..." O cosas similares, ¿Entonces pertenecemos a alguien o es una simple idea para darnos seguridad a nosotros mismos de que "no estamos solos"?
La respuesta es simple: Si, pertenecemos a una sola persona.
Pertenecemos a aquella que aparece en nuestros sueños, idealizados o como es realmente.
Somos de quien nos impulsa a ser mejores, a arreglarnos hasta para ir a comprar una lata de coca-cola. Nuestro/a dueño/a es ese que sabe nuestras fantasías, gustos preferidos en absolutamente cualquier tema. El/la que sabe cuando poner la canción que te hace sentir fuerte, irresistible, único.
Nuestro cuerpo, alma, corazón y mente es de quién sabe nuestros gustos a la perfección.
Le correspondemos a quien nos hace pararnos frente a un espejo y nos ordena que nos observemos detalle a detalle y descubramos toda la belleza que tenemos, que veamos nuestros ojos y revelemos que es lo que hay mas allá de lo que se ve a simple vista.
Nos sometemos a quien deja al descubierto nuestros peores miedos y nos hace enfrentarlos, derrotarlos y enterrarlos para siempre. Somos dependientes de quien sabe nuestros lunares de memoria, el color de nuestras manchas de nacimiento y en donde están ubicadas nuestras cicatrices físicas (y mentales).
Así que si, le pertenecemos a una sola persona por el resto de nuestra vida hasta que fallezcamos. Le pertenecemos a aquella persona que está siempre con nosotros.
Somos de alguien hasta que nuestro corazón frene, nuestra respiración se pare y nuestra alma se escape del cuerpo.
Por si todavía no sabes de quien hablo, ésta es la respuesta: A la única persona que realmente pertenecemos para siempre es a nosotros mismos, ni mas ni menos.
Hablamos siempre de "SER LA/EL NOVIA/O/ESPOSA/O DE..." O cosas similares, ¿Entonces pertenecemos a alguien o es una simple idea para darnos seguridad a nosotros mismos de que "no estamos solos"?
La respuesta es simple: Si, pertenecemos a una sola persona.
Pertenecemos a aquella que aparece en nuestros sueños, idealizados o como es realmente.
Somos de quien nos impulsa a ser mejores, a arreglarnos hasta para ir a comprar una lata de coca-cola. Nuestro/a dueño/a es ese que sabe nuestras fantasías, gustos preferidos en absolutamente cualquier tema. El/la que sabe cuando poner la canción que te hace sentir fuerte, irresistible, único.
Nuestro cuerpo, alma, corazón y mente es de quién sabe nuestros gustos a la perfección.
Le correspondemos a quien nos hace pararnos frente a un espejo y nos ordena que nos observemos detalle a detalle y descubramos toda la belleza que tenemos, que veamos nuestros ojos y revelemos que es lo que hay mas allá de lo que se ve a simple vista.
Nos sometemos a quien deja al descubierto nuestros peores miedos y nos hace enfrentarlos, derrotarlos y enterrarlos para siempre. Somos dependientes de quien sabe nuestros lunares de memoria, el color de nuestras manchas de nacimiento y en donde están ubicadas nuestras cicatrices físicas (y mentales).
Así que si, le pertenecemos a una sola persona por el resto de nuestra vida hasta que fallezcamos. Le pertenecemos a aquella persona que está siempre con nosotros.
Somos de alguien hasta que nuestro corazón frene, nuestra respiración se pare y nuestra alma se escape del cuerpo.
Por si todavía no sabes de quien hablo, ésta es la respuesta: A la única persona que realmente pertenecemos para siempre es a nosotros mismos, ni mas ni menos.
Comentarios
Publicar un comentario