Dejar ir los monstruos

Lo más difícil de comprender es que no estamos solos cuando somos el único sujeto en un departamento. No. Estamos interactuando constantemente con diferentes cosas; mascotas, plantas, televisión, libros, escritura, música, etc. La verdadera soledad es la que está dentro nuestra, la que no nos deja dormir por la noche y cuando realmente estamos solos, nos damos cuenta que no es así.

Estamos con nuestros miedos, pesadillas, preocupaciones, recuerdos que nos hieren una y otra vez, imágenes que nos azotan la mente y voces familiares que repiten las palabras que en algún momento nos hicieron querer desaparecer del mundo. Cuando estas a solas con todo lo que he dicho, es el peor momento. Te haces el fuerte para ignorarlo, para no derramar ni media lágrima, pero en cuanto sentís la mano pesada de todos estos monstruos (por que no hay otra forma de decirle) en nuestro hombro y como nos susurran: "Llegó la hora de que te derrumbes y sabes que lo vas a terminar haciendo. No te niegues, no luches porque de todas formas, vas a caer". Te autoconvences que sos mejor que eso, mas fuerte, que podes ignorarles o serles indiferentes, pero no. Nunca podemos desaparecer nuestros monstruos hasta que los resolvemos y es ahí, justo ahí cuando te van a decir: "Fue un placer conocerte y ser tu pesadilla. Ya me superaste, no me temes, por ende no tengo nada que hacer acá. Que tengas una buena vida." Y es así como sentís que de a poco vas perdiendo peso.

Pero lamentablemente, es un proceso lento y doloroso del cual todos debemos pasar mas de una vez en la vida. Así que es hora que te pongas en pie y comiences a deshacerte de ellos porque sino, tarde o temprano, te hundirán a lo profundo de tu ser y no te van a dejar salir.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

#Girlboss, motherfucker.

La generación de la venganza

Encontrar aquello perdido es encontrarse a uno mismo.