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Mostrando las entradas de 2018

Sentimiento ajeno en cuerpo propio

Algunas personas no tienen la capacidad de disimular lo que les pasa. Ya sea en su forma de moverse, de expresarse o de hablar, siempre hay algo que los deja en evidencia. Siempre existe la posibilidad de que pregunten “¿Que pasa?” Y por una cuestión de respuesta automática, no querer agobiar a nadie con cosas personales o vaya a saber que, decir simple y resumidamente, “nada”. Personalmente, le tengo miedo al amor o al enamoramiento. Pero no al propio, sino peor, al ajeno. Da miedo enamorarse de alguien que pueda olvidarte a través del tiempo y la distancia. Temer el día en qué un amor diga “de pronto, ya no siento nada. Me enamore de alguien más" y tener que fumigar, extinguir, prender fuego y barrer las cenizas de lo que alguna vez fue un sentimiento. A veces cuesta hacer los duelos amorosos, se tarda mucho en sanar. Se puede estar meses procesando lo que sucedió y no fue, y un día de pronto, empezar a mejorar. A veces uno arriesga tanto que da miedo caer del pr

R. E. S. P. E. C. T.

Mundialmente hace unos días hemos presenciado a mujeres levantarse y gritar por lo que son y merecen. El 8 de marzo, desde Latinoamérica hasta Europa, todas dieron grito en el cielo. Seas feminista o no, no es el punto de la ecuación. A diario las mujeres pasamos por situaciones espantosas y totalmente incómodas que un hombre jamás podrá tener, por el simple hecho de que la sociedad les ha dejado todo a su merced. Al parecer las mujeres tenemos la capacidad de entregar respeto a las de nuestro mismo género y sexo, pero los hombres no. Puedo contar con una mano los hombres que no me han dicho o hecho algo que me pusiera incómoda y creo que ahí es la raíz de todo. He visto mujeres bellísimas en la calle y hombres sumamente hermosos y sin embargo, jamás se me escapo un insulto o un "piropo" que le hiciera sentir a la otra persona algo similar al asco, ¿Por qué los hombres tienen esa necesidad de gritar lo que se les venga en mente? No esta bien, no es lindo, no es respetuo

Entre el azar y las exactitud

Todos alguna vez pensamos en el «¿Que pasaría si..?». Que pasaría si le respondiéramos el mensaje de WhatsApp, que pasaría si rechazáramos el trabajo que nos ofrecieron, que pasaría si cancelamos el vieja que planeamos, que pasaría si hubiéramos dicho que si. Que pasaría si.  Los dedicados a las ciencias exactas no están muy conformes con esto de la incertidumbre, el azar. De esta forma llegaron a teorías sugiriendo que el universo podría ser determinista, más simple, si conocemos la situación exacta de las partículas que lo conforman en un momento determinado, se podría predecir el futuro y por ende, de todo el universo.  La pregunta ahora es, ¿Te atreverías a saber que va a pasar en cada momento? Los riesgos del saber que va a suceder es que, jamás aprenderíamos de los errores que hoy tomamos como lecciones. El tener las respuestas  todos simplificaría muchas cosas, pero la parte humana de cometer errores, caerse, levantarse y esforzarse aún más quedarían de lado. Nadie se tomar

Desconectarse para conectar

Últimamente no soy feliz con lo que escribo, simplemente porque a mi parecer no expresa nada. Es un nido vacío de palabras sin conexión. Donde antes podía hacer dos entradas en 15 minutos, ahora estoy 6 días para pensar que decir. Todo lo que tenía que decir, lo dije pero aún me queda una vida de puntos y comas frente a mi. Entonces, ¿Que sentír cuando ya no se siente nada? Estoy en un receso de emociones, por decirlo de alguna forma. Estoy desconectada de todo aquello que me traiga algún chispazo de sentimiento (y en algunos casos es beneficioso, por ejemplo, que me concentro más puntualmente en mi deber de trabajar y estudiar, sin ningún tipo de distracción emocional). Me resultó raro que el viernes por la noche, dentro de mi desconexión hacia todo me logré conectar justamente con eso. El único momento donde pude hacer click con algo fue, ni más ni menos, mientras veía como el viento nocturno se llevaba las nubes (o las traía). Es raro cuando uno se plantea lo que realmente sien

Be my Valentine

La semana pasada estuvimos en presencia de un día en donde la comercialización era el principal movimiento (sin cuidado, como el resto de los días festivos) y también la razón por la cual tantas personas nacen en noviembre, San Valentín . Lo que diferencia este día de los otros es la separación abismal entre las personas en cuanto al día en sí. Por un lado tenemos a aquellos que regalan chocolates, flores, cartas, dedican canciones, hacen gestos mas delicados que cualquier otro día. Por el otro, están aquellos que detestan ese día respaldandose con que solo es comercial y que el amor debería celebrarse todos los días. Son los mismos que en la calle separan a las parejas caminando por entre medio, resoplan cada vez que ven un puestito de flores y reniegan con las vidrieras teñidas de rojo y rosa. Ojo, los entiendo, yo también detestaba ese día por gracias a que tenía el corazón sumamente roto, pero aprendí algo muy importante a través de los años viendo como el patrón de actividades

Entre cajas y bolsas

Cajas, cajitas, cajones. Bolsas, bolsos, valijas. Perchas, camisas, vestidos. Zapatos de invierno, cajas de medio tiempo. Libros apilados, maquillajes enjaulados, cuadros guardados. Un par de remeras de todos los días, dos shorts, una pollera, la mochila del trabajo y nada más.  Subí el resto al camión y mandalo a esta dirección.  ¿A caso mi vida entraba en un par de cajas, unas cuantas bolsas y un camión pequeño? Si, de hecho, entraba mucho menos. ¿Que implica mudarse? No es simplemente trasladarse de un lugar a otro. Es hacer una limpieza profunda de lo acumulado, deshacerse de aquello que cargamos y que por comodidad no dejamos ir, soltar lo que guardábamos "por las dudas" , "porque quizá lo podemos usar en X ocasión" , es soltar. Se empieza de cero, se recetea una vida. Se acomoda de otra forma, esta vez, más adecuado a nuestra situación actual. Es mover las piezas internas para acomodar los muebles externos y que todo encaje, que todo este en su lugar, qu

Praying

Soy de esas personas que siempre quieren concentrarse, meditar y conectarse con su lado espiritual pero trágicamente siempre está pensando en mil cosas por minuto. Parecía que iba a terminar un fin de semana de estres, para arrancar una semana de estres que mecánicamente venía sobreviviendo hacía ya dos semanas más. Pero mi cuerpo me dirigió directamente al balcón y dejó de ser un domingo cualquiera...  Un mentado en mis manos y mis pasos a la ventana. Los lentes antireflex le daban una tonalidad verdosa a la luna, me los sacaba y era pálida, brillante y azul. Verdosa, azul, verdosa, azul, verdosa… no, la dejemos azul. En segundo plano se escuchaba a los vecinos cantar anda a saber que, por un lado, por el otro los Grammy. Pero nada importaba, nada me tocaba, excepto ella, la luna. La mire, me miró, me sonrió. La mire, la escuché, me habló. Veía su halo expandirse, expandirse y achicarse y en mi charla mental con ella le rogaba que no se haga pequeña, que su luz era hermosa.

De lo opcional a lo inevitable

Vamos por más, nos acercamos a los límites. Lo decidimos y así va a ser, no nos importa el futuro, el ahora es arriesgarse. Lo lograste, llegaste al final, pero... ¿Ah, no te habías dado cuenta, no? Si, no todo es maravilloso, no todo es glitter en el aire, no. Te la diste en la frente y ahora no sabes que hacer.  Las consecuencias no las vemos hasta que las tenemos frente a nosotros. El más racional puede tener sus consecuencias (no arriesgarse por meditar de más una situación) y el más impulsivo se lanza al todo o nada. Las consecuencias de lo que hacemos o decimos no las medimos hasta que de pronto, tenemos cara a cara ese final. Guiados por el impulso nos dejamos dominar, porque en el momento parece una idea increíble, agobiantemente buena, inmensamente genial y al momento de enfrentar lo que hicimos entramos en pánico, mentimos y escapamos. Nuestro instinto de supervivencia nos indica huír, pero el daño está hecho. No medir nuestras palabras hacen que a corto o largo plazo,

No existe distancia ni tiempo

Los amores son eso que viene, se queda, te revuelve un poco, se va, re aparece al tiempo, te dá vuelta, desaparece y así. Los amores son buenos momentos y malos recuerdos, buenos recuerdos y malas situaciones. Los amores son enseñanzas, recordatorios, reencuentros con vos mismo y así, pero ¿Y que pasa con los amores a distancia? ¿Acaso son diferentes? Todos tuvimos alguno, aunque sea que simplemente te haya gustado alguien en unas vacaciones y vivía en otro lado. No sólo tuvimos, algunos tenemos o vamos a tener… Querer a alguien a la distancia es difícil, contradictorio y a veces agotador, lo reconozco, no es algo tan simple como "Cuando viaje nos vemos" . Cada uno quiere a su manera, claro, pero está el trasfondo de mantener las promesas y la confianza intacta. Si bien una de las dos partes puede romper ese "trato" , pero uno de los dos casi siempre va a confiar en que el otro no lo haga. Puedo decir con certeza que como nos manejemos individualmente es persona

El amor en vos

Entre medio de imágenes de todo tipo, una destacó. "Feeling good about being in your own skin is so important." Corrí al baño, me levanté el vestido, miré mi estómago. Lo miré de frente, de costado, del otro lado. Levanté la vista y mi reflejo me sonreía. «¿En qué momento o cuando pasó que me siento tan cómoda en mi propia piel? Hasta hace unos cuantos meses cada vez que me levantaba la blusa y desabrochaba mi pantalón, un resaltador rojo mental aparecía y remarcaba todo aquello que detestaba...» Todas las mujeres en algún momento hemos sido totalmente egoístas con nuestro cuerpo, culpándolo de todos nuestros males al verso de "Si fuera más.." . Si fuera mas delgada, más alta, más bronceada, más proporcionada. Más, más, más. Le exigimos como si fuera culpa suya ser así, cuando en realidad es una mezcla de genética. Lo maltratamos vomitando las lágrimas que no lloramos, le ocasionamos una huelga de hambre para que "aprenda" y lo marcamos con lineas ro

Lo que merecemos antes de lo que queremos

¿Querer o merecer? Esa es la cuestión. En realidad, no es ninguna cuestión, antes de querer algo debemos saber que merecemos. Querer es muy simple, pero a la hora de merecer todos se limpian las manos. Nadie es santo en esta vida, de hecho, somos más propensos a cometer errores que a acertar, porque de los errores es que uno crece. Exigir al mundo, al universo, a Dios o a cualquier ente que creyamos, es muy fácil pero es evidente que lo que deseamos no es merecedor, no en este momento. Si bien no todo queda en manos del destino (un gran porcentaje de que las cosas se cumplan van por nuestras manos, lo queramos ver o no), pero al momento donde dejamos fluir todo podemos ver que ese algo no llega y no porque no te hayas esforzado, sino porque quizá no estás listo a enfrentarlo.  Saber de ante mano lo que merecemos es una ayuda a encaminarnos a lo que queremos. Una vez sabido que merecemos lo que nos sucede, o no, puede existir el caso en donde no lo merezcamos pero eso implica es

No time for bullshit

Resulta que hace unos días estaba en mi habitual rutina de espiar un rato Tumblr. Todo normal hasta que apareció una foto clave. La imagen decía: " I am strong. I am soft. I am determined. " (Soy fuerte. Soy suave. Soy determinada) y mi primer pensamiento fue "No time for bullshit". Me sorprendí de la rapidez con las que mis neuronas respondieron a algo tan fugaz y tan cierto. En realidad, creo que me sorprendió porque ese tema me venía dando vueltas en la cabeza, la pérdidad de tiempo... Incluso con mi psicóloga veníamos hablando de eso, de cómo no me gusta perder tiempo, pero en realidad iba por el lado de mi ansiedad y desembocamos en eso. "-Mi ansiedad era tan grande que no había terminado el secundario y ya estaba haciendo los resúmenes para el ingreso a abogacía... -La miré con sorpresa porque sólo diciéndolo en voz alta me daba cuenta de lo que hacía. -Igual, ojo, no me parece mal que te hayas puesto tan rápido en algo eh..  Creo que simplemente, n

Un puñal inocente

«- Te tomas muy a pecho algunas cosas, como si con cada palabra te trompearan - Y si, si supieras un poco más de mí, sabrías porque hay cosas con las cuales me cierro -Sobre todo si se trata de bardeo random» Ese fue el pedacito de conversación que me hizo escribir ésto porque me parece trágico e importante el punto que quiero dar. Si, es verdad, hay cosas que me tomo en serio, a pecho, o el nombre que cada uno quiera ponerle, simplemente porque toca sensibilidades antiguas. Pero no voy a hablar de mí, esta vez no, esta vez es general porque sé que más de uno estuvo en éste lugar. ¿Cómo sabemos a que medida afecta lo que uno dice? Es muy fácil largar comentarios que consideramos inocentes, porque seamos sinceros, ¿Quién no ha dicho algo en tono de broma con algo que capaz pudiera tocar un punto sensible? Quien esté libre de culpas que tire la primer piedra. Todos hemos sido tontos, inocentes, despistados e incluso algunos por intento de "ser parte de algo"  hemos lar

It's in the air and it's all around

«Miré hacía atrás, interiormente. Pero no sólo miré por todo lo que había pasado, me enfoque más específicamente en la relaciones. Tuve algunas buenas, lindas, que quizá en otro momento hubieran funcionado mejor, pero también tuve algunas que podría haber evitado y surge la pregunta: ¿Por qué no pude soltar tan fácil esa relación toxica?» Y ahora les pregunto a ustedes... ¿Tuvieron relaciones tóxicas? ¿Les costó salir de ellas? Creo que lo difícil es que sabemos que nos daña, pero aún así tenemos una fragilidad palpable en cuanto a la otra persona. La otra persona nos sujeta, nos ata, nos esposa y guarda la llave solo donde él/ella sabe que no lo podríamos encontrar. Somos conscientes de que estamos en el lugar equivocado y que todo juega a que terminemos mal. Es como si nos inyectaran algo donde estamos totalmente paralizados, bajo su mando, bajo el miedo de que algo pueda sucedernos.  Mucha gente dice y piensa "Yo no puedo creer como esas personas se dejan manipular.

Dos cero uno ocho

No voy a decir la típica "Año nuevo, nueva yo", muy lejos estoy de eso. Pero si voy a hacer un cierre de año y comenzar otro. El 2017 lo empecé a los tropezones, después por un par de meses me patearon el culo y finalmente, volví a los tropezones. Fue la perfecta forma de decir "terminó un año donde deberías haber aprendido un par de cosas. Ahora te dejo unos días libres antes de que comience el 2018, pensá en lo que vas a proponerte para ese año". Y pensé... Y me lo propuse. El 2017 fue muy emocional, muchas cosas salieron mal, terminaron. Aparecieron personas, se fueron otras e incluso, se fueron las mismas que aparecieron. Fue un año de mucha ansiedad, de desesperación, de no saber a donde ir o que hacer. Un año con dramas, idas, vueltas y sobre todos, subidas y bajadas. El 2018 va a ser diferente, tiene que ser diferente. Plantee en papel las cosas que tengo que hacer y dejar. Los hábitos de los cuales me tengo que despegar, las metas que siempre pienso y