Sentimiento ajeno en cuerpo propio

Algunas personas no tienen la capacidad de disimular lo que les pasa. Ya sea en su forma de moverse, de expresarse o de hablar, siempre hay algo que los deja en evidencia. Siempre existe la posibilidad de que pregunten “¿Que pasa?” Y por una cuestión de respuesta automática, no querer agobiar a nadie con cosas personales o vaya a saber que, decir simple y resumidamente, “nada”.

Personalmente, le tengo miedo al amor o al enamoramiento.

Pero no al propio, sino peor, al ajeno.

Da miedo enamorarse de alguien que pueda olvidarte a través del tiempo y la distancia. Temer el día en qué un amor diga “de pronto, ya no siento nada. Me enamore de alguien más" y tener que fumigar, extinguir, prender fuego y barrer las cenizas de lo que alguna vez fue un sentimiento. A veces cuesta hacer los duelos amorosos, se tarda mucho en sanar. Se puede estar meses procesando lo que sucedió y no fue, y un día de pronto, empezar a mejorar.

A veces uno arriesga tanto que da miedo caer del propio precipicio, de hacer una caída libre sin paracaídas, de arrojarse al vacío. Pero la ceguera por querer a alguien a veces es tan fuerte que nos lanzo, nos dejó ir y que Dios quiera lo que sea de nosotros.

Corresponderle a alguien a veces resulta tan difícil, tan lejano, con tantas trabas al medio que es más fácil abandonar. Algunas personas no, no abandonan fácil y menos si saben cuál es la meta. Pero esperar lo mismo de otra persona resulta ridículo, egoísta y poco real, para ser sincera. Es simplemente la ilusión de la idealización de un ser que consideramos perfecto, alguien como nosotros. Alquilen donde vemos reflejado lo que queremos, como lo queremos, que cosas haría y que no.

El amor te puede dar esas patadas de realidad donde ves que estas siendo egoísta y no porque sea la intención, sino porque uno busca personas que nos traten como quisiéramos intentamos tratar al resto.

Puede ser agobiante ir detrás de algo que no estamos seguros al 100%, ¿Pero que a caso no resulta hermoso pensar en esa esperanza de vida a nuestros sueños?

Dejarse ir por el todo o nada es así, mirar las opciones y dar un paso al vacío donde podemos caer en un colchón de flores, o en unos de espinas.