Un puñal inocente

«- Te tomas muy a pecho algunas cosas, como si con cada palabra te trompearan
- Y si, si supieras un poco más de mí, sabrías porque hay cosas con las cuales me cierro
-Sobre todo si se trata de bardeo random»
Ese fue el pedacito de conversación que me hizo escribir ésto porque me parece trágico e importante el punto que quiero dar. Si, es verdad, hay cosas que me tomo en serio, a pecho, o el nombre que cada uno quiera ponerle, simplemente porque toca sensibilidades antiguas. Pero no voy a hablar de mí, esta vez no, esta vez es general porque sé que más de uno estuvo en éste lugar.


¿Cómo sabemos a que medida afecta lo que uno dice?

Es muy fácil largar comentarios que consideramos inocentes, porque seamos sinceros, ¿Quién no ha dicho algo en tono de broma con algo que capaz pudiera tocar un punto sensible? Quien esté libre de culpas que tire la primer piedra.
Todos hemos sido tontos, inocentes, despistados e incluso algunos por intento de "ser parte de algo" hemos largado algo inadecuado, pero no lo vimos, lo dejamos pasar, lo olvidamos.
Creo que hoy en día habría que revisar eso. Estamos en una era de (des)conexión con la parte de "tener tacto" en cuanto a lo que decimos. Largamos comentarios como si fueran halagos  y no logramos ver el trasfondo que puede tener. Ojo, no digo que debemos cuidar exactamente cada palabra que decimos y analizar si lo que vamos a decir está bien o no, porque eso sería dejar de ser espontáneo, suelto y extrovertido como podemos ser (todos lo somos en un ambiente de comodidad). Pero si deberíamos replantearnos dos veces si vamos a decir algo frente a personas que no conocemos del todo. Resulta que aunque nos parezca extraño o no, todavía hay personas solitarias, rotas, luchando contra la tormenta y la marea para encajar en la actualidad, para dejar atrás todo aquello que alguna vez los hirió, y lo último que necesita es un comentario que lo haga volver a aquel momento donde se sintió abandonado por una sociedad que no le daba la mano.
Los comentarios inocentemente hirientes son difíciles de marcar, ya que la otra persona no se da cuenta que dijo algo que lastimó, o no quiso hacerlo con esa intención. Los comentarios malintencionados, donde la otra persona sabe que esta lastimando, son aquellos que hay que confrontar, porque si te hirió a vos, seguramente hirió a mas personas. Hay una línea muy delgada entre humor ácido, sarcástico, irónico o incluso "negro", a burlarse de alguien.



Todos alguna vez herimos con un comentario, lo que nos diferencia de aquellos a los cuales no les importa lastimar, es nuestra capacidad de reconocer un error y pedir perdón.


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