Me encontré y me reí
Caminé por la noche metida en mi torbellino de ideas atrapantes, recuerdos resonantes y situaciones imaginarias o reales que todas apuntaban al mismo lado: La tristeza y un poco de dolor. ¿Me dolía lo imaginado o lo que realmente pasó? Porque todos somos al menos un poco propensos a imaginar lo peor o lo que no queremos que se cumpla y es cuando confundimos la realidad con lo que nuestra mente nos quiere hacer creer. La ví, la reconocí y quise morir un millón de veces en un minuto. La mujer por la cual la persona con quien salía se ponía nervioso en su presencia, estaba al frente mío, sirviéndome un té y una porción de Lemon Pie. Y aclaro que no culpo de nada a esta mujer, ella no sabe quién soy ni lo que me provoca tenerla al frente. De hecho, capaz ni sabe el nombre de con quien salía, pero no es el punto. El punto es, ¿Seguía muriendo por una punzada de "sentimiento" o moría porque su presencia era tan fuerte que sentía celos de esa mujer tan esbelta, bella, intimidante...