Take the risk or lose the chance

Algunas personas le llaman “destino”, otras “porque tenía que pasar” y también están quienes se apoyan en el “uno cosecha lo que siembra”. Lo digamos como lo digamos, las oportunidades están ahí, esperando por uno o uno esperando por ellas.

Sea como sea, cuando la oportunidad llega a tu vida y la tomás es, o la mejor noticia o la peor, no hay un punto medio.

Resulta interesante cuando te movés del lugar que estás para tomar esa oportunidad, como podés darte cuenta de muchas cosas.

Te vas de un lugar y con el correr del día ves quiénes te felicitan y dicen que les has dejado buenos recuerdos, o que te van a recordar de una forma muy buena. Pero al mismo tiempo te das cuenta quienes ni siquiera te tuvieron en cuenta como para decirte “felicitaciones”.

Las oportunidades son esa puerta a ver quienes quieren estar en tu vida y quienes no. Quienes quieren seguir frecuentándote y quienes no.

Quienes alguna vez sintieron aprecio y quienes no.

Las oportunidades son ese baldazo de agua fría que te hace ver cómo podés crecer en tu futuro. Que te hacen tener un poquito de ansiedad por el que vendrá y que ira a ser de vos. Que te hacen alterar levemente porque ahora tenes que tener todo un cronograma de organización para que tu vida encaje más  o menos como lo viene haciendo.

Las oportunidades son sacrificios. A vece dejamos algo que realmente no necesitábamos, otras estamos forzados a dejar algo que queremos mucho, pero con el correr del tiempo, podemos llegar a ver que era mejor porque… Llegan más oportunidades.

Las nuevas oportunidades te demuestran quienes quieren hacer un esfuerzo por no perder contacto con vos, pero sobre todo, demuestran quienes en su vida no sumas ni restas.

Todas las oportunidades que elegimos tomar o dejar ir, a la larga o a la corta, influye en quienes vamos a ser y que vamos a hacer.

Las oportunidades son un cuchillo de doble filo, saber elegir las mejores es un entrenamiento con uno mismo.