Amen, así sin tilde

Todos amamos a alguien y me costó mucho tiempo entender y saber decir que soy una romántica innata.
Amen en silencio, gritándolo a los cuatro vientos, a la distancia o estado junto al otro. Con el corazón, con la mente, en dibujos o escritos.
A los amigos, a la familia, una mascota o ese alguien especial.
Todos amamos a alguien y sólo tengo un consejo para quienes lo tienen: sigan así.

Amen a esa persona de día y de noche. A las 7a.m, 12 p.m, 17p.m, 21p.m, 4 a.m.
Amenla en todos sus ánimos. En una catarsis explosiva, brillante de alegría, deprimida hasta los huesos o con un miedo tan palpable al punto de ser contagioso.
Amenla en la cima del mundo y en el ojo de la tormenta, porque las relaciones son así, nada es perfecto. Pero amar a alguien implica abrazarla cuando no queres perderla, pedirle que no se vaya, decir exactamente lo que sentís.
Amenla cuando quiera salir de fiesta o quedarse en casa junto con vos. En medio de las luces de neón y los flashes, así como junto a un tarro de helado o una cena para dos.
Amenla con ropa y sin ella. Cuando esté tan producida que te daría un infarto o en simples y ligeras telas que te invitan a contemplarla, a seducirla, a admirarla.
Amenla cuando su autoestima esté en el cielo o bajo tierra. Cuando se sienta una estrella de cine y cuando te empiece a preguntar “Qué le viste” y que “Mereces algo mejor”, las personas no siempre tienen buenos días consigo mismos.
Amenla cuando saque su lado romántico y cuando muestre su faceta más dura. Cuando te sorprenda con cosas cursis y cuando te responda con un halo de frialdad.
Amenla en sus metas y sus fallos. Cuando necesite un empujón para seguir y cuando necesite una mano para no caer en el pozo del “soy un fracaso”.
Amenla en sus tonterías y sus discursos serios. Como ir por la calle y de pronto tenerla en tus hombros agarrada de sus muslos, así como en una charla de temas profundos y debatibles.
Amenla tanto que te de piel de gallina al sentir la electricidad de su tacto. Que no les quepa más amor en el cuerpo, que sientan orgullo puro de quien tienen al lado como compañero/a de vida.
Amenla entre gritos y protestas. Los gritos de gloria, de felicidad, de éxtasis y las protestas contra el mundo, consigo misma, contra un mal día.


Amen, es una de las cosas más hermosas que tenemos y una muy fácil de arruinar.

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