Un cristal que se astilla y estalla

Todos, por dentro o por fuera, estamos un poco rotos, un poco solos. Algunos tienen la capacidad de exteriorizar y enfrentar aquello que los perturba. Otros lo internalizan tanto que en algún punto creen olvidarlos, pero nada está 100% excluido de uno.

Somos como cristales. Por dentro, una pequeña herida puede, con el tiempo, abrirse, astillarse, herirte y sangrar. Y cuando sangra estallamos. Y cuando estallamos, quebramos. Y cuando quebramos, nos rompemos.
Romperse no implica algo malo, a veces es lo que necesitamos. Romperse implica liberarse. Liberarse de lo que dolía. Liberarse de todo, lo bueno y lo malo. Romperse implica bajar los muros que nosotros mismos creamos.
Una vez que nos liberamos de aquello que nos aprisionaba el cuerpo, nos nublaba el juicio o nos aturdía la mente, tenemos la posibilidad de elegir y aceptar.
Elegir estar o no con alguien, ahí elegís compartirte o esperar un poco más y al mismo tiempo, aceptas aquello que implica estar con alguien o solo/a. Elegir vestirte de una forma y al otro día de otra completamente diferente, ahí elegís en base a cómo te estás sintiendo.
Las emociones nos guían por lados llenos de luz y claridad, así como pueden llevarnos a lo más oscuro de uno. La mayor parte del tiempo vamos solos a esos vaivenes de emociones, pero a veces, tenemos ayuda extra que nos hace amar la vida o querer que todo termine. La cuestión en eso es saber diferenciar cuando nuestra compañía a propósito nos hace bajar a nuestros infiernos o cuando no tuvo la intención de hacerlo. A veces nuestra compañía nos rompe un poquito y en ese momento nos contenemos para no dejar que nos vean vulnerables, pero quizá y sólo quizá, que esa persona nos vea un poco rotos es lo que se necesita para sanar, para dejar de astillarse y poder ver si nuestra vulnerabilidad significa algo para la otra persona o si simplemente somos un cuerpo que tiene un camino transparente en las mejillas de lo que el alma guarda y contiene.


Elegir que tan rotos queremos estar es aceptar que tan rotos estamos ahora.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

The green light, the racing heart and the dead butterflies

The parenting through the daughter eyes

Armá las valijas y andate