Una mujer sin amor, un hombre sin libertad

Las relaciones humanas han ido evolucionando, cambiado y desconfigurándose a través del tiempo.

Fuimos mujeres soñadoras con una vida llena de amor, de orden y de cuidar de nuestra familia.

Fuimos hombres trabajadores que amaban con locura a sus mujeres, que no veían la hora de llegar a casa y que los fines de semana se reunían las familias amigas a compartir.

Fuimos.

En algún momento de la historia el romanticismo murió.

Las mujeres se hicieron más independientes y los hombres dejaron de sentir.

¿Pero que pasa con aquellas mujeres que aún sueñan con estar al lado de alguien que las ame con locura? Lloran por las noches sabiendo que a esta altura es simplemente un sueño inexistente.  

Los hombres han desarrollado un temor casi contagioso a las relaciones. Están aterrados de comprometerse con alguien, como si fuera el fin de su libertad.  

Hombres, si en relaciones pasadas se han sentido como un pájaro enjaulado, déjenme decirles que las relaciones no son así, vivían en algo tóxico. ESO es exactamente lo que quiero remarcar, ¿no quieren relacionarse sentimentalmente con alguien porque piensan que van a vivir privados de sus libertades como hombres, como seres humanos? No. Eso no es una relación, eso es esclavización.  

Existen mujeres que comprenden la diferencia entre amar y tener un sirviente. Existen mujeres que dejarían una salida a una fiesta para quedarse en casa, simplemente porque la persona que ama está ahí, sugiriendo una noche de caricias y calor corporal. Esas mismas pueden ser quienes los inviten a unirse a las fiestas, ir juntos y volver juntos.  

Las mujeres no son seres aterradores (sólo cuando le rompen el corazón y se recomponen. Renacen más fuertes, más inteligentes y por sobre todo, más lindas). Ya lo dije antes, las mujeres son las criaturas más suaves que muerden más fuerte, simplemente deben aprender a tratar con ellas. Algunas piden cosas fuera de este mundo, otras simplemente amor o alguien que las acompañe en la vida.

Temerle al amor es como temer a morir, tarde o temprano vas a terminar cayendo en sus redes.