De harapos a Haute Couture

Noviembre se esta yendo y con él, algo de mí. Bah, algo de la vieja Paula, porque claramente hubo un antes y un después en algún día específico (todavía no descubro cuál) en el que dejé de ser Paula y pasé a ser PAULA.


La lluvia de ayer, un plan no concretado y una publicación de Haute Couture se fusionaron y desterraron en mí sentimientos que ya no necesitaba para que florecieran nuevos (si mal lo recuerdo, seguimos en primavera aunque el calor sea digno de algún infiero de Dante). La relación no es obvia, de hecho, seguramente no haya una relación, pero todos estos factores me hicieron sentir de una forma en particular: Me sentía como un vestido de alta costura entre medio de harapos de La Salada (ay, que egoshentricañññ. No. Bueno, capaz si, pero no intencionalmente). No me sentía así por decir que soy mejor que cualquiera, por supuesto que no. Pero si había un claro amor propio en crescendo que (espero) no se iba a derrumbar tan fácil. Lo principal fue reconocer que, si iba a estar con alguien, tenía que ser con una persona que me tome en serio, no que en el instante que se aburra me llame. Quizá no se dieron cuenta, pero ya no quedan personas que se tomen el tiempo de querer hacer algo con uno (o están escondidas). No estoy hablando de una conquista amorosa en donde intentas enamorar a alguien de todas las formas posibles (o bueno, quizá si), voy a lo simple. Nadie se toma el tiempo de querer pasar tiempo con otras personas. Ahora todo funciona con un "Cuando quieras" y a la hora de organizar algo, queda en la nada, vacío, inconcluso. Estoy incómoda con la comodidad pero aprendí a no insistir en donde no hay un interés de por medio. Como verán me fui a cualquier lado con la idea de la alta costura, hora de volver. En el momento que tu desinterés se hace cotinuo pasas de ser un traje Armani a una bolsa de arpilleria por el simple hecho de decir una cosa y actuar completamente diferente, por ni siquiera intentar esforzarte, y no necesito ese tipo de personas, no ahora. Antes las hubiera tolerado, aceptado e incluso pasado por alto, pero ya no. Merezco rodearme de personas que me traten como Haute Couture y con esto me refiero a todo el mundo, amigos, futura pareja, familia, etc. Si tengo que cortar lazos con una navaja filosa como mis palabras, no me va a temblar el pulso a gatillar, dejar caer y seguir caminando.


Kafka habló de una metamorfosis con el formato de un insecto, yo lo digo entre hilos de oro y diamantes Swarovski.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Encontrar aquello perdido es encontrarse a uno mismo.

La generación de la venganza

#Girlboss, motherfucker.