The one and only

Navidad trajo una sobre carga de sentimientos y en ninguno explotaba de felicidad. Fue una montaña rusa de mal sábado, domingo frágil y una finalización de noche que, bueno, podría rescatarse como lo mejor del fin de semana. Pero no estoy para hablar justamente de eso, sino de todas las dudas que me aparecieron el lunes por la noche.

Las dudas y ganas de preguntar me agobiaban, pero había una sola cosa que tenía clara...


Quiero y merezco ser la primer y única elección de alguien. Porque no es lo mismo ser la "elección" de alguien, a ser la "opción". Ya hable de ésto, pero lo repito, la primera implica elegir a alguien con todas sus cosas buenas y malas, la segunda implica que no encontrás nada mejor y tenes a esa persona de "opción", por si algún plan te falla sabés que podes recurrir a ella, total, es simplemente la opción de una noche, la de turno. Pero volviendo a lo importante, todos lo merecemos, incluso los que proclaman a viva voz que prefieren la poligamia, en el fondo, quieren sentirse más especiales para alguien en particular.
Todos merecemos decirle a alguien si lo consideramos especial, por más miedos y terrores que eso dé, porque al fin de cuenta, donde uno no se siente querido, ni especial, ni único (al contrario, reemplazable), se va. Uno se va porque siente que dá de más, que para la otra persona sos simplemente un nombre, o peor, un número. Si sentimos que alguien es especial y que es significativo de alguna forma en nuestra vida (más allá de lo que pueda darnos físicamente), merece saberlo. Serle sincero a alguien es ser sincero con uno mismos, es decir en voz alta aquello que en el fondo tenemos y tememos a decirlo, y no importa que tan reservado seas, las persona especiales y únicas de tu vida deben saber lo que significan para vos (ya sea tu familia, tus amigos, tu compañero/a de vida, etc).
Repito, donde uno no se siente querido ni especial, se va, migra. Y migrar no es sólo moverse a otro país o transformarse en ave e irse por falta de comida, migrar conlleva algo mas significativo y profundo. No es algo simplemente físico y básico como “irse de un lugar para llegar a otro”, hay todo un movimiento importante detrás, una toma de decisiones: "¿Quedarse un poco más o irse definitivamente?" Es un movimiento que se lleva a cabo gracias a replantearse en que lugar estamos, que lugar ocupamos y si siempre vamos a querer estar ahí. Migrar es parte de crecer como persona, de conocer quién queremos ser, a donde queremos ir y hasta donde queremos llegar.

Uno migra cuando ya no tiene nada que hacer en el lugar que se encuentra. Cuando nada, ni nadie, lo frena. Cuando no se le pide que se quede, cuando no se dice la verdad. Lo peor que uno puede hacer es dejar ir a alguien único y especial por no decir lo que le pasa.

No dejes ir a tu pequeña golondrina por no decirle que significado y lugar tiene en tu vida, porque aunque lo sepas y no lo digas (o no lo sepas, incluso), esa pequeña golondrina es la única y especial.