Mi hermosa Bestia.

Y mi único remedio para curar mi mal humor, era ver los mensajes destacados de WhatsApp (Eso y escribir, pero vamos a centrarnos en lo importante y mas influyente). Porque si, amaba destacar aquellos mensajes que me conmovían, que me llenaban, que me movían cosas, aunque fueran mínimas o cursis.

Con el paso de los meses, había podido hablandarlo y sacarle palabras que no se le dicen a cualquiera, ni en cualquier momento.
Tenía la capacidad de sacarme las sonrisas mas sinceras entre medio de mis peores momentos, de mis mas fuertes enojos.

Es inexplicable lo que una persona te puede hacer sentir cuando es la persona indicada en el momento indicado de tu vida. Les juro, no hay palabras que me hagan poder describir lo que me pasa, lo que me mueve, lo que me genera.
Y conociendo el dolor que he podido llegado a experimentar en una simple pelea, no puedo imaginar lo que sería perderlo.

Leía y re-leía los mensajes que parecían de cristal. Tan delicados y llenadores que te daba miedo simplemente tocarlos. Y así me sentía con esos mensajes, porque debajo del "Hombre malo y frío" existía alguien completamente diferente. Era como la Bestia de "La Bella y la Bestia. Duro, rudo, fuerte y malo por fuera, pero por dentro... Ay, por dentro estaba lleno de sentimientos, de compasión, de vida. Era único y entre todas las cualidades que admiraba de él, esa era una.

Nunca un simple mensaje había tenido de la capacidad de hacerme sentir tanto.
Eran sus mensajes.
Era él.

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