Entradas

Mostrando las entradas de octubre, 2017

Paula vs. Paula

Entré al baño, me lavé la cara y apoyé las manos en el lavatorio. Y me ví. Y ella me vió. Yo la miraba atenta, ella acomodó su postura y me clavó los ojos. -¿Qué estás haciendo?- Me preguntó como si supiera a qué se refería.-Sabés lo que quiero decir. ¿Qués estás haciendo? ¿De nuevo esperando que te hable? ¿Otra vez idealizándolo? Ni siquiera te ve el potencial a algo más o menos serio, dejalo ir.- Su tono irónico era característico de ella cuando quería ir al punto, bah, más bien, mío. -Decir “dejalo ir” es más fácil que hacerlo, lo sabés perfectamente. Si tan poco te cuesta a vos, ¿por qué no lo haces por mí? Pareces tener todas las respuestas y a fin de cuentas, somos la misma persona. De hecho, debo parecer una loca hablando conmigo misma en el baño. El punto es: ¿qué está mal con nosotras? Idealizamos tanto a alguien que nos consumimos en nuestro pensamiento. Tenemos un imán con quienes no quieren nada con nadie y nuestro error es pensar que podemos cambiarlos, que pod

Take the risk or lose the chance

Algunas personas le llaman “ destino ”, otras “ porque tenía que pasar ” y también están quienes se apoyan en el “ uno cosecha lo que siembra ”. Lo digamos como lo digamos, las oportunidades están ahí, esperando por uno o uno esperando por ellas. Sea como sea, cuando la oportunidad llega a tu vida y la tomás es, o la mejor noticia o la peor, no hay un punto medio. Resulta interesante cuando te movés del lugar que estás para tomar esa oportunidad, como podés darte cuenta de muchas cosas. Te vas de un lugar y con el correr del día ves quiénes te felicitan y dicen que les has dejado buenos recuerdos, o que te van a recordar de una forma muy buena. Pero al mismo tiempo te das cuenta quienes ni siquiera te tuvieron en cuenta como para decirte “felicitaciones”. Las oportunidades son esa puerta a ver quienes quieren estar en tu vida y quienes no. Quienes quieren seguir frecuentándote y quienes no. Quienes alguna vez sintieron aprecio y quienes no. Las oportunidades son ese balda

Amen, así sin tilde

Todos amamos a alguien y me costó mucho tiempo entender y saber decir que soy una romántica innata. Amen en silencio, gritándolo a los cuatro vientos, a la distancia o estado junto al otro. Con el corazón, con la mente, en dibujos o escritos. A los amigos, a la familia, una mascota o ese alguien especial. Todos amamos a alguien y sólo tengo un consejo para quienes lo tienen: sigan así. Amen a esa persona de día y de noche . A las 7a.m, 12 p.m, 17p.m, 21p.m, 4 a.m. Amenla en todos sus ánimos . En una catarsis explosiva, brillante de alegría, deprimida hasta los huesos o con un miedo tan palpable al punto de ser contagioso. Amenla en la cima del mundo y en el ojo de la tormenta , porque las relaciones son así, nada es perfecto. Pero amar a alguien implica abrazarla cuando no queres perderla, pedirle que no se vaya, decir exactamente lo que sentís. Amenla cuando quiera salir de fiesta o quedarse en casa junto con vos . En medio de las luces de neón y los flashes, así co

Un cristal que se astilla y estalla

Todos, por dentro o por fuera, estamos un poco rotos, un poco solos. Algunos tienen la capacidad de exteriorizar y enfrentar aquello que los perturba. Otros lo internalizan tanto que en algún punto creen olvidarlos, pero nada está 100% excluido de uno. Somos como cristales. Por dentro, una pequeña herida puede, con el tiempo, abrirse, astillarse, herirte y sangrar. Y cuando sangra estallamos. Y cuando estallamos, quebramos. Y cuando quebramos, nos rompemos. Romperse no implica algo malo, a veces es lo que necesitamos. Romperse implica liberarse. Liberarse de lo que dolía. Liberarse de todo, lo bueno y lo malo. Romperse implica bajar los muros que nosotros mismos creamos. Una vez que nos liberamos de aquello que nos aprisionaba el cuerpo, nos nublaba el juicio o nos aturdía la mente, tenemos la posibilidad de elegir y aceptar. Elegir estar o no con alguien, ahí elegís compartirte o esperar un poco más y al mismo tiempo, aceptas aquello que implica estar con alguien o solo/a.

El quiebre del antes y después

Las relaciones amorosas se han desconfigurado tanto en estos pocos años, que consideran “ privilegio ” ser fiel a alguien. Creo que en algún punto las cosas se empezaron a romper y llegamos a la actualidad donde hay gente que está negada a estar en una relación con otra persona. El amor no es eso y una relación con alguien mucho menos. Desde mi posición, puedo decir que las relaciones se tratan de compartir, no privar. Jamás le diría a mi pareja que no puede salir, que no vea a los amigos/as, que abandone todo para verme. Tampoco exijo que me lleven a comer al lugar más caro de la ciudad, salir de fiesta todos los fin de semana o cosas similares que resultaría agotadoras y caras. No. Existen personas donde piensan que relacionarse con alguien es bastante lo contrario. Les gustan que quién sea su compañero no deje de hacer las cosas que hace sólo por haber comenzado una relación, eso es cambiar a la persona con la cual querías estar desde un principio. Hay personas simples,

Síndrome de Amy Winehouse

No sé si existe algo como tal. Quizá el nombre se lo inventé porque fue la primer persona que me pareció que encajaba en ésto o probablemente tenga un nombre más médico que desconozca, pero yo voy a llamarle el “Síndrome de Amy Winehouse” y no es algo asociado al abuso de drogas o alcohol, va en algo más profundo que también podría ser considerado como droga, pero no viene ni en pastillas, ni en polvo, ni se fuma o inyecta. El amor. Sé que siempre hablo de esto, pero creo que esta vez puedo darle otro enfoque. Básicamente se trata de una falta de amor importante que desencadena amar incondicionalmente a quienes no te aman o no con la fuerza que uno lo hace. Si nos vamos directamente al ejemplo de Amy, ella amo tanto a Blake Civil que la termino matando (desde mi punto de vista, el abuso de drogas se lo provocó él. Siempre que se alejaban del otro ella renacía y cuando volvían a verse, las sustancias tóxicas dominaban su cuerpo). En un contexto más usual, menos famoso y por

Una mujer sin amor, un hombre sin libertad

Las relaciones humanas han ido evolucionando, cambiado y desconfigurándose a través del tiempo. Fuimos mujeres soñadoras con una vida llena de amor, de orden y de cuidar de nuestra familia. Fuimos hombres trabajadores que amaban con locura a sus mujeres, que no veían la hora de llegar a casa y que los fines de semana se reunían las familias amigas a compartir. Fuimos. En algún momento de la historia el romanticismo murió. Las mujeres se hicieron más independientes y los hombres dejaron de sentir. ¿Pero que pasa con aquellas mujeres que aún sueñan con estar al lado de alguien que las ame con locura? Lloran por las noches sabiendo que a esta altura es simplemente un sueño inexistente.   Los hombres han desarrollado un temor casi contagioso a las relaciones. Están aterrados de comprometerse con alguien, como si fuera el fin de su libertad.   Hombres, si en relaciones pasadas se han sentido como un pájaro enjaulado, déjenme decirles que las relaciones no son así,

I just wanna be yours

¿Cuánto amor nos cabe en el cuerpo? El resultado es infinito. Tenemos el amor propio, el que es para nuestros amigos/as, para nuestra pareja, nuestros hijos, mascotas, familia, etc. El principalmente importante, es el propio. Es aquel que te hace sentir realmente bien con el mundo que te rodea. El que te susurra lo imparable que sos, la influencia importante que tenes en la vida de los demás y por sobre todo, cuanto vales. Llega un momento en donde todos alguna vez hemos escuchado: Quiero ser tuyo. Ahí es donde el mundo se divide. Por un lado , los que aceptan a ciegas a la otra persona. Con todos los errores que pueda tener, todos sus fallos, sus logros, crecimientos y sueños. Por otra parte , están los que instantáneamente se atajan con la frase de "antes de ser mío/a, deberías ser tuyo" . Bueno, quiero decirles al ambos sectores que están igualmente en lo correcto. Si, antes de "ser de alguien más" debemos pertenecernos a nosotros mismo, conocernos, amarno

Un miedo casi incurable

Algunas personas no toleran el maltrato, ya sea verbal, física o psicológica. Otras, no pueden contra la injusticia, no importa si es propia o de todo un grupo. Todos tenemos ese algo con el cuál enfrentarse da más terror que dejarlo pasar. Lo mismo pasa con el rechazo. Hay un grupo de personas reducidas -o no tanto- que el rechazo es lo peor que podrías darle. Y no porque quieran tener todo o ser la voz de la razón, simplemente, el rechazo les parece tan doloroso como un corazón roto. No piensen que el rechazo que los daña es simplemente decirle no a cualquier cosa, en realidad, es más específico, más profundo, porque la ansiedad juega un papel importante. No les duele un no a un límite, un no a algo que arriesgue la vida de esa persona, o de alguien más. Va por el lado emocional, el no que te dan cuando esperas más de una persona. Ese rechazo porque no están en la misma sintonía, porque no quiere emparejarse con nadie, porque no quiere expresar lo que realmente les pasa. El