El límite frente al espejo

¿Cuantas veces, a lo largo de la vida, has escuchado los "no podés"? Seguramente, demasiadas.
Las veces que te han dicho que no era para vos, que iba a ser muy difícil, que tu capacidad no daba para lo que querías hacer, que no ibas a llegar a nada. Puedo apostar que alguna de esas frases ha estado presente en tu vida, aun que sea en un momento.

Ahora bien ¿Esas cosas te las dijo el mundo o te las has dicho vos mismo?

Resulta muy difícil separar la opinión ajena de la propia, cuando todo a tu alrededor te dice "NO".
Pero debes tener en claro algo desde ya: tu único límite sos vos.
Sos vos quien dice "no puedo". Sos vos quien se autoconvence de que no existe en tu ser esa capacidad necesaria para desarrollar lo que querés hacer. Sos vos quien te dice "es muy difícil, mejor dejalo" o peor "volve a la realidad, no vas a llegar ahí". Cada uno es quien se limita, en diferentes ámbitos. ¿Tu meta es romper los kilómetros que hiciste ayer en la maratón y superarte el doble? Seguí entrenando. ¿Querés trabajar en otro país? Esforzate, da lo mejor de vos y dejá presente en tu trabajo quien sos y hasta donde podés llegar. ¿Querés tener una beca en tu universidad? Estudia sin parar y no sólo de los libros brindados por ella, anda más allá de eso, salí de la caja, pinta fuera de las líneas.
No existe nadie más en la tierra que pueda sacarte adelante que tu propia fuerza de voluntad. Nadie más que vos mismo es quien te va a brindar la más grande satisfacción cuando brilles al llegar a tu meta final. Destapa el espejo, mirate y amate. Quitá el manto del "no puedo", de hecho, desechalo o quemalo, no sirve de nada más que para crearte la falsa ilusión de que sos incapaz.


Por una vez, empezá a confiar en quien sos y en quien querés ser. Confia en que tan lejos podes llegar, porque podés.

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