Lo que guardo en mi.

Atesoraba los mejores momentos, con la capacidad de guardar todo aquello que me gusta/hace bien en una caja en mi interior y destaparla cuando quiero.

Entre ellas, tengo guardadas su reacción al verme en un vestido sin espalda. Tengo guardada la forma en que me acaricia el pelo y me roza el cuello (especialmente porque él y mi mamá son las únicas personas con la cual tengo la confianza para que me toquen la nuca). Tengo guardada la sensación de pinchazón seguida de suavidad por sus besos en la espalda y hombros. Me guardo para mi misma la forma en que me queda mirando y sonríe, y no lo dice, pero en ese preciso momento está pensando en mí, en como hacerme reír y en como me pongo roja fácilmente. Atesoro en mi el momento justo en que me agarró de la muñeca y me salpicó de su perfume (que por cierto, no puedo parar de olerlo porque es él en un olor. Es masculinidad, fuerza, cariño en un solo olor).

Los pequeños (o grandes detalles, depende de la lupa de cada uno, claro) son los que realmente hacen la diferencia. La forma en que te agarren la mano, como te ve y sabes que sorprendiste a la otra persona, la forma sincera de reírse, la forma en que te agarra para dormir. Sinceramente, son pequeños actos que me llenan el alma, que me hacen saber que estoy haciendo las cosas bien, que me hacen sentir orgullosa de mí, de la otra persona y de ésto que tenemos.




Capaz soy cursi, capaz soy una romántica encubierta. Pero los detalles que describí son unos cuantos de un millón que guardo en mi ser, en un pequeño rincón de mi.


Comentarios

Entradas más populares de este blog

Encontrar aquello perdido es encontrarse a uno mismo.

La generación de la venganza

#Girlboss, motherfucker.