In a half reborn: The purple, the marfil and crystal (P2)
Conocer personas siempre es bueno, hasta que las cosas comienzan a ponerse difíciles.
Difíciles ahí, donde están lo suficientemente cerca para no olvidarte, pero lo suficientemente lejos para no sentir..
Ahí, en esa distancia que dolía, que tiraba y que lloraba. Ahí, el lugar preferido.
Ahí, en la torre de marfil donde nadie nos toca, pero que con leves apariciones removían días y resonaban sentimientos, tu lugar.
Acá, anhelando, guiando y sugiriendo, sin restricciones como rocío del amanecer. Acá, comprimiendo, absorbiendo e idealizando lo que fué y no será. Manipulando sentidos, descalibrando ideas, desmembrando momentos.
La torre de marfil, la caja de cristal. Observamos y somos observados, pero ¿Hasta que punto? La ceguera de uno, la ilusión del otro se combinan y apropian. Se mezclan, se regeneran.
Las tensiones que se cortan con un parpadeo, el evitar mirarnos, el impulso acumulado hace meses en el que preferimos mirara a un costado, porque si miramos al frente nos enfrentamos a lo peor del otro, la tentación.
El llamado del cuerpo, el bloqueo del alma.
Juegan los azules en actitud, miradas y sentir.
Juegan los rojos en vivir, arriesgar y amar.
Juega el púrpura entre ambos, ese color que unía.
Hay personas que son un azul y encuentran un rojo, ahí es donde el aura es purpura. Un púrpura hipnótico, intenso, hermoso, como las dos partes por separado, pero mejor.
La torre de marfil, la caja de cristal y el pequeño, fugaz y calante halo purpura que había entre medio.
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Knowing people it's always good, until things start to get difficult.
Difficult there, where they are close enough not to forget you, but far enough not to feel.
There, in that distance that hurt, that pulled and that cried. There, the favorite place.
There, in the marfil tower when nobody can touch us, but with slight appearances removed days and feelings resonated, your place.
Here, longing, guiding and suggesting, without restrictions like dew of the dawn. Here, compressing, absorbing and idealizing what was and will not be. Manipulating senses, discalibrating ideas, dismembering moments.
The marfil tower, the crystal box. We observe and are observed, but to what extent? The blindness of one, the illusion of the other are combined and appropriated. They mix, they regenerate.
The tensions that are cut with a blink, the avoid looking at us, the momentum accumulated months ago in which we prefer to look to one side, because if we look forward, we face the worst of the other, the temptation.
The call of the body, the blockage of the soul.
The blues play in attitude, looks and feel.
The reds play in living, risking and loving.
Play the purple between both, that color that united.
There are people who are a blue and find a red, that's where the aura is purple. A hypnotic purple, intense, beautiful, like the two parts separately, but better.
The marfil tower, the crystal box and the small, fleeting and profound purple halo that was in between.
Difíciles ahí, donde están lo suficientemente cerca para no olvidarte, pero lo suficientemente lejos para no sentir..
Ahí, en esa distancia que dolía, que tiraba y que lloraba. Ahí, el lugar preferido.
Ahí, en la torre de marfil donde nadie nos toca, pero que con leves apariciones removían días y resonaban sentimientos, tu lugar.
Acá, anhelando, guiando y sugiriendo, sin restricciones como rocío del amanecer. Acá, comprimiendo, absorbiendo e idealizando lo que fué y no será. Manipulando sentidos, descalibrando ideas, desmembrando momentos.
La torre de marfil, la caja de cristal. Observamos y somos observados, pero ¿Hasta que punto? La ceguera de uno, la ilusión del otro se combinan y apropian. Se mezclan, se regeneran.
Las tensiones que se cortan con un parpadeo, el evitar mirarnos, el impulso acumulado hace meses en el que preferimos mirara a un costado, porque si miramos al frente nos enfrentamos a lo peor del otro, la tentación.
El llamado del cuerpo, el bloqueo del alma.
Juegan los azules en actitud, miradas y sentir.
Juegan los rojos en vivir, arriesgar y amar.
Juega el púrpura entre ambos, ese color que unía.
Hay personas que son un azul y encuentran un rojo, ahí es donde el aura es purpura. Un púrpura hipnótico, intenso, hermoso, como las dos partes por separado, pero mejor.
La torre de marfil, la caja de cristal y el pequeño, fugaz y calante halo purpura que había entre medio.
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Knowing people it's always good, until things start to get difficult.
Difficult there, where they are close enough not to forget you, but far enough not to feel.
There, in that distance that hurt, that pulled and that cried. There, the favorite place.
There, in the marfil tower when nobody can touch us, but with slight appearances removed days and feelings resonated, your place.
Here, longing, guiding and suggesting, without restrictions like dew of the dawn. Here, compressing, absorbing and idealizing what was and will not be. Manipulating senses, discalibrating ideas, dismembering moments.
The marfil tower, the crystal box. We observe and are observed, but to what extent? The blindness of one, the illusion of the other are combined and appropriated. They mix, they regenerate.
The tensions that are cut with a blink, the avoid looking at us, the momentum accumulated months ago in which we prefer to look to one side, because if we look forward, we face the worst of the other, the temptation.
The call of the body, the blockage of the soul.
The blues play in attitude, looks and feel.
The reds play in living, risking and loving.
Play the purple between both, that color that united.
There are people who are a blue and find a red, that's where the aura is purple. A hypnotic purple, intense, beautiful, like the two parts separately, but better.
The marfil tower, the crystal box and the small, fleeting and profound purple halo that was in between.
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