NoMo hoy, NoMo por siempre

 En la era de la "opinología" (léase como el derecho a opinar libre y descaradamente), parece que todos tienen argumentos fuertes cuando en realidad practican un discurso ensayado con argumentos pobre en pruebas y fuertes en, obviamente, opinión. 

Así es como arranca la rueda de debate. Estamos en una sociedad donde las mujeres ganamos terreno -a paso de tortuga, pero terreno en fin- y sin embargo queda en duda nuestra capacidad para determinar si ser madre o no. De los argumentos más fuertes que he escuchado -y de nuevo, con cero estadísticas- es el ya conocido: "Pero aún sos chica, ya vas a querer". Cuando al parecer el hombre ya tiene determinado que no querrá (o si querrá) tener hijos desde el minuto que puede racionalizar. 


Entonces, la pregunta: ¿De verdad las mujeres cambiaremos de opinión o es la palabra ajena la que nos hace cuestionarnos?


Esta vez no voy a hablar en términos de estadísticas, pero quiero aclarar que existimos. Las mujeres que no queremos ser madre y que no cambiaremos de opinión estamos presentes y no somos ni mejor ni peor que aquellas que sueñan con la maternidad. Las razones para evitarnos esta etapa, principalmente, porque no queremos. También están aquellas que puede aceptar adoptar, pero no someterse a un parto, a estar 9 meses embarazadas -y todo lo que ello conlleva- y sacrificar horas de sueño/trabajo por un niño. Encontramos a quienes su carrera es demasiado importante y no tienen el tiempo, también a quienes naturalmente no pueden quedar embarazadas -o les cuesta mucho y es un proceso doloroso emocionalmente- y porque no a quienes no tienen una pareja estable y no podrían tener un niño ellas solas. Las razones son lo de menos en este momento, lo importante es lo siguiente: Dejen de presionarnos para tenerlos. Dejen de usar el argumento de la edad porque en definitiva es un deseo. La maternidad será deseada o no será. ¿Qué clase de persona seríamos al traer un niño al mundo si no quisiéramos cargar con él? ¿Si no pudiéramos económica, física o mentalmente? Y si los tuviéramos pero los abandonáramos, también seríamos juzgadas por ser malas madres pero cuando un hombre deja sola a una mujer a cargo de un niño -limpiándose no tan discretamente las manos en cuanto a responsabilidades paternales- no hay reclamo, no ha dedos juzgando y todo está perdonado. Estamos cansadas de tener que "cargar" con responsabilidades que desde un principio nunca quisimos. Lo mejor que pueden hacer para que la sociedad funcione adecuadamente es dejarnos decidir, por una vez, sin juzgarnos.


La mayoría de quienes cuestionan esta decisión o son hombres -y jamás entenderán lo que es cargar 9 meses con una cuerpo extraño dentro- o son mujeres de otra generación, donde han crecido con el mandato de "ser madre para ser una mujer completa". Ambos grupos deberán comprender que ninguno es dueño de nuestro cuerpo y decisiones como nosotras, nadie nos dirá cuando, como y porqué hemos decidido eso porque solo nosotras lo sabemos. Y así como muchas no nos doblamos antes la idea, hay otras que ahora dicen que no pero en 10 años eligen serlo. Ambas son válidas, la clave está en que es nuestra decisión. 



En cuestiones generales, las mujeres estamos realmente hartas de respirar hondo y tener que seguir respondiendo a cuestionamientos sobre nuestras vidas y decisiones de esta forma. Lo único que nos salvarán son las nuevas generaciones que vienen a revolucionar en que jamás nunca nadie los obligará a hacer algo para cumplir con la sociedad, porque la libertad y la toma de decisiones son la fortaleza de su movimiento. 

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