Al que le va mal en el amor, le va bien en el juego... Y viceversa.

Todos escuchamos alguna vez "Al que le va mal en el amor, le va bien en el juego", porque si te pones a pensar, el amor es como un juego de poker.

• Podes tener todo para ganar y no arriesgar por miedo. Así como podes lanzarte sin tener nada a tu favor.

• Si arriesgas, podes ganar lo mas grande que tus ojos vieron y tu corazón sintió. También podes perderlo todo.

• Podes retirarte cuando te das cuenta que esa mano no es la adecuada para vos, la que no vas a salir ganando.

• Hay reglas, porque siempre deben establecerse ciertos límites. Algunos se pueden romper por diversión porque no son tan graves, otros son infranqueables. 

• Sólo se necesitan dos cartas para salir ganando, las dos mas importantes (en el poker las "A" y en amor... Sólo las personas correspondientes a la relación. Sin terceros).

• A medida que avanzas, descubrís nuevas cartas que pueden servirte o hundirte.

• Incluso si sos poco cuidadoso podes ser adicto a él. Obsesionarte, enloquecer y delirar por un poco de ese <<Amor>>.

• Sentís la ansiedad, la tensión e incluso la picardia en el aire. Hasta podes oler una mentira a kilómetros o verlo en una simple acción (pero eso no contaría como amor, porque el amor puede ser muchas cosas pero no mentiras).

El amor está en tiempos de poker.