El trío del peligro
La disconformidad, aquello que se instala en el cerebro y se expande como un virus por el resto del cuerpo. Te llega al estómago, provocándote náuseas. En la garganta, dejándote sin posibilidad de respirar. En los pies, inquietos por moverse de ese lugar. Pero donde más hace estragos es en la cabeza, provocando ansiedad por querer resolver algo que lógicamente es imposible en ese momento, derrumbando nuestro juicio de espacio físico - temporal. La disconformidad te lleva a ese lugar oscuro de: "Mira donde estas, ¿Cómo llegaste hasta acá? ¿Cómo lo permitiste? ¿Cómo no frenaste antes?" La disconformidad te culpa de sentirte así. La disconformidad es hermana melliza del impulso, lo llama a través de pensamiento obsesivos, convirtiendo todo en peligro, locura y actos suicidas cuando dejamos todo en sus manos. Cuando disconformidad le da el control a impulso es similar a darle un arma a un psiquiátrico: Una pésima idea que pocas veces llegamos a tiempo de frenar. Impuls...